Es habitual que las estrellas de Hollywood den su
apoyo a las organizaciones de defensa de los derechos humanos para dar
visibilidad al trabajo que estas hacen.
Por
eso sorprende que ahora un grupo de famosas actrices -entre las que están Emma
Thompson, Meryl Streep, Kate Winslet, Anne Hathaway y Angela Bassett- haya
mostrado públicamente su desacuerdo con Amnistía Internacional (AI).
Estas y otras intérpretes, junto a decenas de indivíduos y organizaciones
no gubernamentales, han firmado una carta de rechazo a un informe de AI en el
que se plantea la posibilidad de recomendar a los organismos internacionales y
los gobiernos la despenalización de la prostitución.
Aunque
se trata tan sólo de un documento de trabajo, que la organización debe someter
a la votación de sus miembros en la reunión anual que celebrará en la ciudad de
Dublín en agosto, ha sido suficiente para desatar un fuerte rechazo,
particularmente entre los grupos de defensa de los derechos de las mujeres.
Las
actrices Meryl Streep y Anne Hathaway se encuentran entre las firmantes de la
carta.
En
la carta, dirigida a la secretaria general de AI, Salil Shetty, y al director
de la organización en EE.UU., Steven W. Hawkins, los firmantes aseguran que les
"preocupa profundamente la propuesta de AI de adoptar una política que
llevaría a despenalización de los proxenetas, los dueños de burdeles y
consumidores de sexo, los pilares de una industria global del sexo que mueve US$99.000
millones".
"Aunque
Amnistía tardó en entender que los derechos de la mujeres son derechos humanos
y en incorporar este concepto a su misión, ha sido vista como un modelo para la
movilización del público para asegurar que los gobiernos implementan los principios
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El Borrador de Política
sobre el Trabajo Sexual daña esta reputación histórica", se señala en la
misiva.
"Cada
vez hay más pruebas de los efectos catastróficos de la despenalización del
comercio sexual".
"Hombres de negocios"
Ante el revuelo desatado, representantes de AI aseguraron que todavía está
trabajando en el borrador.
Los
responsables de la organización Coalición contra el Tráfico de Mujeres (CATW,
por sus siglas en inglés), firmantes también de la carta, aseguraron que
coinciden con AI en que las trabajadoras del sexo no deben ser criminalizadas
por los cuerpos policiales o los gobiernos.
Pese
a ello, señalan que creen que la total despenalización de la prostitución
"convierte a los proxenetas en hombres de negocios" que venden con
impunidad "a personas vulnerables con historiales de pobreza,
discriminación, falta de un hogar y abuso sexual".
Ante
el revuelo desatado, representantes de AI aseguraron que todavía están
trabajando en el borrador, que se basa en la idea de que criminalizar el
trabajo sexual entre adultos puede llevar a un mayor abuso de las trabajadoras
sexuales.
"Estos
abusos incluyen violencia física y sexual, arrestos y detenciones arbitrarios,
realización forzosa de pruebas de VIH y otras intervenciones médicas. También
pueden ser excluídas de la sanidad, la vivienda y otras protecciones sociales y
legales", señalaron en un comunicado, en el que puntualizaron que no se ha
tomado ninguna decisión sobre la adopción de la nueva política.
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